Tradicionalmente las empresas creaban sus productos basándose en su visión, filosofía y estrategias y tácticas con fines meramente económicos, sin importarles el destinatario, llamado cliente.

En la actualidad, cuando se diseñan productos, el usuario está siempre presente en todo el proceso de creación. El usuario es cada vez más exigente, reclama feedback y respuestas.

El Diseño Centrado en el Usuario (DCU) es la filosofía que se tiene como fin crear productos que resuelvan las necesidades de los usuarios, con el fin de que tengan una mayor satisfacción y experiencia de uso.

El estándar ISO 921 describe los principios claves que aseguran un diseño centrado en el usuario:

• El diseño está basado en el entendimiento explícito de usuarios, actividades y entornos.
• Los usuarios están involucrados a lo largo del proceso de diseño.
• El diseño está dirigido y es ajustado por la evaluación centrada en el usuario.
• El proceso es iterativo.
• El diseño da respuesta a la experiencia completa del usuario.
• El equipo de diseño incluye perfiles y perspectivas multidisciplinares.

Las métricas básicas recomendadas para evaluar la usabilidad del producto resultante son las siguientes:

• Eficacia (efectividad): Nivel de precisión y completitud con la que los usuarios alcanzan los objetivos especificados.
• Eficiencia: Recursos empleados en relación con la efectividad.
• Satisfacción: Comodidad y actitudes positivas respecto al uso del producto.